20 sept 2007

Dejemos Algo En Claro

En otros lados el tema puede ser discutido, pero aca no.
Hay algo muy claro y es que EXISTE la objetividad en el arte. Existe lo bueno y lo malo, lo bien hecho y lo mal hecho.
Me van a decir que tiene la misma calidad algo de Mozart que algo de Pibes Chorros?
No jodamos.
Quién es que puede decidir qué es bueno y qué no? La gente que sabe, nadie más.
Yo no se nada de pintura, entonces puedo decir qué es lo que más me gusta, pero NUNCA qué es bueno o malo.
Pero si lo puedo hacer en algo como, por ejemplo, la música, que es algo que he manejado desde hace tiempo.
Eso es todo por este boletín.
Nos veremos pronto, a la misma bati hora y en el mismo bati canal.
Saludos, FABRO.

----------------
Now playing: TV Theme - Pinky und der Brain (German)
via FoxyTunes

1 comentario:

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

La misma discusión se suscitó hace un tiempo en mi facultad.
Una tipa del gremio con todos los estereotipos de persona comprometida con la sociedad impúdicamente asumidos, decía, mientras sorbía mate, que es algo completamente discriminativo creer que ciertos grupos de Rock -en su caso puso The Doors (porque probablemente no conozca otra cosa)-, son mejores que grupos de cumbia que suenan hoy en día. "En todo caso son diferentes, son diferentes producciones culturales, no es mejor ni peor que lo otro". Obviamente, la tremenda ignorancia cargada de pose barata izquierdista me hizo cargar con furia, pensando que por alguna razón que desconozco, la música ha sido más vilipendiada que ninguna otra arte por relativismos estúpidos de la misma calaña. A nadie se le ocurre decir que Bucay es mejor (o sencillamente diferente) que Borges, ya es algo sabido que en compración al segundo, es una nimia bosta entre las cisuras del zapato de un niño con problemas de habla. Hay algo con la música que hace que la gente no se tome las cosas demasiado en serio, y tome cualquier apreciación real como puro subjetivismo impasible de entrar en alguna categoría comparativa.
Ahora bien, siempre hay algunos casos que es más bien complicado. Por ejemplo, mucha gente considera que L'avventura de Antonioni es una reverenda mierda (y hablamos de críticos de renombre), mientras que otros consideran que es una de las mejores películas de la historia del cine. Ocurre lo mismo con algunas obras de Duschamp, con gente opinando que es un hito en la historia del arte contemporáneo y otros considerando que sus readymades son experimentos de surrealismo pop algo sobrevalorados.
En fin, devolverle la objetividad al arte es una labor más complicada de lo que parece.